Esto era una niña llamada Lidia, Lidia tenía 9 años y medio.
Un día iba paseando por la calle y de repente vió una caja de cristal, Lidia la cogió y se la llevó a su casa. Pasados unos días Lidia abrió la caja y.... No pasó nada, sólo había un collar. Lidia pensaba que había otra cosa, como hadas, magia y todas esas cosas.
Resultaba que ese collar no era normal, sino que era mágico. Cumplía todas las cosas que deseabas que existieran. Y, como el collar era tan bonito, Lidia se lo ponía todos los días. Así que una tarde su madre le dió fruta para merendar y Lidia deseó que la fruta no existiera, y todos los pajaritos, los animales y personas se empezaron a poner malitos. Al día siguiente, Lidia no quería ir al colegio y deseó que los niños tuvieran coche para poder escabullirse. Y se formó un caos en la ciudad y nunca ningún niño fue al colegio.
Esa misma noche a Lidia le pareció un poco extraño que todo lo que no quería dejaba de existir. Entonces, cuando se fue a duchar, guardó el collar en la caja y entonces vió un papel que decía que esta caja contenía un collar mágico que cumplía los deseos y así se lo explicó todo.
Entonces se lo contó a sus padres y sus padres pensaron que estaba loca. Lidia les contó porqué los niños tenían carnet de conducir. Los padres pensaban que era por la política, porque eran los políticos los que habían decidido eso. Total que Lidia tuvo una idea, la idea era desear que la caja y el collar no cumplieran sus deseos.
Lidia siguió poniéndose el collar sin que le concedieran los deseos.
Paula Palacios Andréu
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